Marcela Carvajal cuenta cómo una cachetada de Amparo Grisales dio inicio a su amistad.
Marcela Carvajal confesó que al inicio de su carrera le tenía miedo a Amparo Grisales, pero una cachetada durante las grabaciones de En cuerpo ajeno cambió todo. En una reciente entrevista, la actriz reveló cómo una escena intensa marcó el comienzo de una amistad inesperada con la diva de Colombia, con quien hoy comparte un vínculo cercano y lleno de respeto.
Lo que comenzó con tensión, terminó en una de las amistades más curiosas de la televisión colombiana. En una entrevista publicada este 10 de junio de 2025, la actriz Marcela Carvajal reveló cómo su relación con la icónica Amparo Grisales, a quien al principio le temía, dio un giro inesperado gracias a una cachetada… literal.
Todo ocurrió durante la grabación de la telenovela En cuerpo ajeno, estrenada en 1992. En ese entonces, Carvajal era una actriz joven y poco conocida que llegaba a un elenco liderado por figuras consagradas como Grisales. Según relató, su recibimiento en el set no fue precisamente cálido. Incluso, recordó una frase de la diva que la marcó: “Estoy mamada de trabajar con primíparos”, en alusión a su poca experiencia.
Lo más fascinante de esta historia no es solo el contraste entre el miedo inicial y la amistad final, sino cómo el respeto profesional puede surgir incluso en los momentos más tensos. Marcela Carvajal no solo demostró carácter al enfrentar una escena difícil, sino que también nos recordó que detrás de cada “diva” puede haber una aliada inesperada.
Pero la tensión no se quedó solo en palabras. En su primera escena juntas, el guion exigía que Amparo le diera una cachetada. Para sorpresa del equipo, fue la misma Carvajal quien le pidió a su compañera que la bofetada fuera real, buscando una interpretación más auténtica. Y así fue.
Tras la intensa toma, algo cambió entre ambas. “Amparo me dijo: ‘gracias, qué chévere. Me gusta mucho tu trabajo’. Y desde ahí somos amigas”, recordó Marcela. Esa pequeña muestra de respeto profesional dio paso a una relación basada en admiración mutua y sinceridad.
Carvajal también compartió que, aunque al principio se sintió intimidada por la actitud del equipo, con el tiempo logró hacerse un lugar gracias a su entrega. “Yo venía del teatro, para mí la actuación es sagrada. No estaba compitiendo con nadie, y creo que Amparo lo notó”, explicó.
Hoy, más de tres décadas después, ambas actrices mantienen una amistad sólida, nacida entre cámaras, tensiones y una cachetada que no solo quedó en el libreto, sino en la memoria de quienes vivieron aquel icónico rodaje.